Todos sabemos que el agua es un elemento purificador por excelencia y que a través del aire circula el Ch'i o la energía vital. Por esto, es de vital importancia que ambos elementos estén presentes en nuestro entorno para nutrirnos física, mental, emocional y espiritualmente. De aquí el significado literal de Feng Shui, "Viento y Agua".
Colocando una fuente con agua en movimiento lograremos aumentar la humedad del aire consiguiendo una atmósfera rica en iones negativos e intensificaremos el flujo del Ch'i. Si es una cascada aportará un efecto sedante y tranquilizante.
Existen otras razones que da el Feng Shui para el uso de fuentes de agua y estas son como uso de "elemento de cura o neutralizador". Esto se basa en los 5 elementos (metal, agua, madera, fuego y tierra) y sus combinaciones y sólo puede saberse exactamente cual de ellos actúa en cada espacio, efectuando un estudio personalizado del lugar con Feng Shui. A través de este análisis surgirán las energías, de cada uno de los 9 espacios en que se dividen las unidades de uso (casa, oficinas, etc.) Estas combinaciones se interpretarán según el Feng Shui, dándonos una pauta de cómo regular los ambientes.
Las fuentes pueden ser pequeñas, medianas, grandes ó gigantes con agua que se recicla permanentemente con una bomba que se enchufa. Las de jardín son más grandes y además también sumamente relajantes y decorativas. Las de interior se colocan en lugares dónde se requiera agua en movimiento. En caso de querer activar un espacio o sólo usarlas decorativamente, conviene que una fuente de agua, contenga en si misma, la suma de todos los elementos, así se activarán mutuamente y su acción no tendrá contraindicaciones, pues será neutra.
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